Ser voluntaria, en primera persona
Judith Díaz nos cuenta su tarea como voluntaria
"Voluntario es la persona que, por elección propia, dedica una parte de su tiempo a la acción solidaria, altruista, sin recibir remuneración por ello.
Y así es como comienza mi experiencia en el mundo del voluntariado y no fue buscando en ningún diccionario. Siempre lo tuve claro, si había algo que siempre había querido hacer, había sido ser voluntaria y, gracias al Circo de Piruleto, se hizo realidad.
Hace un año que cada domingo, si nada me lo impide, me quedo en la puerta del hospital y es "MeNuDiLLa" quien, con su nariz roja, intenta dibujar sonrisas en el edificio Materno-Infantil del hospital 12 de Octubre de Madrid.
Como experiencia propia solo puedo contar cosas buenas, ya que, desde que colaboro con Piruleto y los demás personajes del circo, mi vida ha cambiado por completo. Uno aprende a dar sin recibir nada a cambio y a sorprenderse por las pequeñas cosas que la vida te enseña a diario; aprendes a valorar la sonrisa de ese niño al que hace un minuto le dolía la cabeza y compararla con el mejor tesoro que nunca podrás conseguir.
Y es entonces cuando no lo puedes evitar, con los ojos cerrados imaginas el lugar más feliz del mundo y, allí, quizás esté él y, de su mano, la sonrisa. Con tres líneas escribes el futuro intentando olvidarte de un pasado indecoroso y casi sin razón, vuelves a cerrar los ojos y allí vuelve a estar; hoy es tu día, te repites, y lo ves avanzar.
Las horas se paran cuando cruzas la puerta y ves el brillo de cada sonrisa reflejada en tus ojos, sabiendo que ni diez horas de sueños conseguirían lo que ahora mismo vives. Te conviertes entonces en partícipe del olvido y de la mejor enseñanza de la vida: la felicidad.
Y, de repente, te encuentras perdido entre las risas que te ensordecen y el calor que te hace desvariar; intentas recordar tu vida anterior, pero hay algo que te lo impide, quizá la enorme nariz roja que entorpece tu camino, piensas, pero te das cuenta de que en realidad son todos esos buenos momentos los que te han hecho olvidar cualquier segundo bajo la manta, aguantando la rabia y las ganas de llorar.
Si tu tiempo es oro, o eso dicen, para mí ya no.
He llegado a darle un significado que no se encuentra en ningún diccionario, una palabra aún por descubrir… Y es que la experiencia del voluntariado es una decisión importante que viene de la mano de una gran responsabilidad y continuidad, pero, sobre todo, del compromiso.
Entonces llega el día en que sientes que lo poco que has hecho ha valido para mucho, que has aprendido a sonreír a la vez que dibujas sonrisas y es que cada día que tú no vas, es una sonrisa menos que aparece."
Conoce la ONG, El Circo de Piruleto
Y así es como comienza mi experiencia en el mundo del voluntariado y no fue buscando en ningún diccionario. Siempre lo tuve claro, si había algo que siempre había querido hacer, había sido ser voluntaria y, gracias al Circo de Piruleto, se hizo realidad.
Hace un año que cada domingo, si nada me lo impide, me quedo en la puerta del hospital y es "MeNuDiLLa" quien, con su nariz roja, intenta dibujar sonrisas en el edificio Materno-Infantil del hospital 12 de Octubre de Madrid.
Como experiencia propia solo puedo contar cosas buenas, ya que, desde que colaboro con Piruleto y los demás personajes del circo, mi vida ha cambiado por completo. Uno aprende a dar sin recibir nada a cambio y a sorprenderse por las pequeñas cosas que la vida te enseña a diario; aprendes a valorar la sonrisa de ese niño al que hace un minuto le dolía la cabeza y compararla con el mejor tesoro que nunca podrás conseguir.
Y es entonces cuando no lo puedes evitar, con los ojos cerrados imaginas el lugar más feliz del mundo y, allí, quizás esté él y, de su mano, la sonrisa. Con tres líneas escribes el futuro intentando olvidarte de un pasado indecoroso y casi sin razón, vuelves a cerrar los ojos y allí vuelve a estar; hoy es tu día, te repites, y lo ves avanzar.
Las horas se paran cuando cruzas la puerta y ves el brillo de cada sonrisa reflejada en tus ojos, sabiendo que ni diez horas de sueños conseguirían lo que ahora mismo vives. Te conviertes entonces en partícipe del olvido y de la mejor enseñanza de la vida: la felicidad.
Y, de repente, te encuentras perdido entre las risas que te ensordecen y el calor que te hace desvariar; intentas recordar tu vida anterior, pero hay algo que te lo impide, quizá la enorme nariz roja que entorpece tu camino, piensas, pero te das cuenta de que en realidad son todos esos buenos momentos los que te han hecho olvidar cualquier segundo bajo la manta, aguantando la rabia y las ganas de llorar.
Si tu tiempo es oro, o eso dicen, para mí ya no.
He llegado a darle un significado que no se encuentra en ningún diccionario, una palabra aún por descubrir… Y es que la experiencia del voluntariado es una decisión importante que viene de la mano de una gran responsabilidad y continuidad, pero, sobre todo, del compromiso.
Entonces llega el día en que sientes que lo poco que has hecho ha valido para mucho, que has aprendido a sonreír a la vez que dibujas sonrisas y es que cada día que tú no vas, es una sonrisa menos que aparece."
Conoce la ONG, El Circo de Piruleto