Los protagonistas de Criminología

La Profesional

Elvira Faraldo Gómez-Pedreira nació en la capital de Galicia hace 44 años. Estudió Psicología y, al finalizar, cursó Criminología, ambas en la Universidad de Santiago de Compostela, pero en aquella época esta última titulación no era oficial. Por lo que hace 3 años y medio accedió a la Universitat de Barcelona y allí se licenció en Criminología.

¿Cómo y cuándo encontraste un trabajo de lo tuyo?
Al poco tiempo de llegar a vivir a Canarias, comencé a trabajar como psicóloga en una asociación de enfermos psíquicos. También me había examinado para listas de sustituciones en el departamento del gobierno autónomo que lleva los temas de delincuencia juvenil, y tener la diplomatura en Criminología me hizo quedar en buen lugar; así que cuando en 2001 entró en vigor la “ley penal del menor” me llamaron para trabajar en un centro de menores. Al poco tiempo, al gestionarse los centros por asociaciones, pasé a los servicios centrales de la consejería. Así pues, llevo casi 10 años en el departamento de justicia juvenil del Gobierno de Canarias, donde se planifica y gestiona la ejecución de las medidas judiciales que dictan los juzgados de menores. He llevado la gestión, en diferentes momentos, de las medidas de medio abierto, de internamiento, y también la asistencia a los juicios. Ahora estoy comenzando a hacer tareas de planificación, para las que los estudios de Criminología me resultan de gran utilidad.

Consejo a un futuro estudiante...
Hasta ahora muchos estudiantes de Criminología veníamos de diferentes ámbitos, con nuestro bagaje, estudios previos, trabajos… y cursamos esta carrera para especializarnos y completar nuestra formación. Según nuestra procedencia académica, teníamos muy buena base de unas materias, pero de otras necesitamos un “cambio de chip”. En mi caso, que venía de la Psicología, abordar las asignaturas de Derecho supuso aprender nuevas estructuras, vocabulario… y, paradójicamente, descubrí que se me daban mejor que otras de psicología.

Con el grado, los estudiantes y futuros titulados ya se enfrentan a esa multidisciplinariedad desde el principio.

Pero como en todas las carreras, si queremos ser unos buenos profesionales, el título es más un punto de partida que de llegada. Siempre vamos a necesitar profundizar en los campos a los que vayamos accediendo, sea por elección o por destino.