La profesional de Economía

¿Cree que la carrera le ha preparado adecuadamente para el mundo laboral?

Estoy convencida de que sí; hay una parte que claramente resuelve la carrera y otra que hay que completar implicándose en actividades extralectivas como los seminarios, por ejemplo. Yo creo que esta titulación me ha proporcionado la preparación básica propia de unos estudios de rango superior y también me ha aportado amplitud de miras, algo muy importante en la etapa adulta.
La carrera que estudié en mi época, menos práctica de lo que es ahora y sin una herramienta tan potente como Internet, que proporciona más oportunidades, nos lanzaba al mundo laboral con las bases justas, pero suficientes, para enfrentarnos a las posibles situaciones que se pudieran dar en el futuro, es decir, con lo aprendido teníamos el material herramienta para la búsqueda y preparación en cualquier área temática en la que tuviéramos que trabajar. En ese sentido, la carrera me ha parecido muy útil.
Evidentemente, cuando acabas los estudios superiores y con la licenciatura no hay que abandonarse, es conveniente realizar cursos de postgrado (másters, diplomas, etc.) en aquellas materias que nos llamen la atención. Los idiomas, sobre todo el inglés, figuren com a matèria imprescindible.

¿Qué cree que se valora más en un titulado en Económicas?

En principio, se valora la formación académica y, si se completa con idiomas, el manejo del ordenador, másters y diplomas, todavía mejor. También se tienen en cuenta sus pretensiones, ambiciones, su espíritu de participación en los proyectos, poder trabajar en equipo…

Consejo a un futuro estudiante...

Que utilice todo su potencial para formarse y haga uso de todas las herramientas que, hoy en día, están a su servicio, como la biblioteca o Internet. Sobre todo, que sea participativo y, si es posible, que se implique en la vida de la facultad, en actividades extralectivas como seminarios, conferencias, etc. Esto le incluye más en los estudios y el estilo universitario, le facilita la interrelación y la extroversión con otros estudiantes, profesorado, ponentes, órganos de la universidad, etc.

Que haga uso de la curiosidad e intente saciarla siempre que sea posible a lo largo de su preparación: preguntando, indagando, acudiendo a entrevistas y citas concertadas con organismos, empresas y personas, si así lo requiere la búsqueda.
Que deje para el final de los estudios la definición de su proyección o inclinación hacia uno u otro destino laboral.

¿Y a otro que está a punto de terminarla? Que tenga en cuenta las oportunidades que podrá tener en su futuro laboral. Existen ferias que se realizan en las propias facultades, lugares de encuentro entre los agentes y el futuro titulado, donde se ponen en relación las empresas, organismos, instituciones, etc., con los estudiantes que están a punto de acabar los estudios. Ir a por todas, sin descartar ningún ámbito profesional, a no ser que se tenga previamente muy definida el área de intervención que se desea según las propias preferencias. Lógicamente, siempre tenemos una escala elaborada y jerarquizada, en función de nuestras prioridades. Es importante ver la oferta de postgrados que se ofrecen al terminar la carrera; analizar las materias en las que tiene menos formación que la deseada e intentar dilucidar las posibles soluciones. Cuando tenga la titulación, también es importante presentar la candidatura en el mayor número de puestos de trabajo; suele ocurrir que, luego, obtendrá diferentes ofertas a la vez y podrá determinar cuál es la más interesante. Esto produce un sentimiento de autoestima elevada que será un estímulo muy importante.