Montse Ribé

¿En qué consiste tu trabajo? Realizamos efectos especiales de maquillaje para cine, teatro y televisión. Los efectos especiales de maquillaje engloban maquillajes protésicos, para transformar a los actores en monstruos, o bien envejecerles, engordarles, etc., maquillajes ficticios, de personas o animales, y maquillajes animatrónicos, que son muñecos mecánicos -réplicas animales o humanas, de cuerpo entero o de alguna de sus partes- animados mediante mecanismos interiores.

Siempre me han gustado las criaturas fantásticas, así que, en cuanto supe que con esta profesión podría hacerlas realidad, decidí que quería dedicarme a esto, pero no lo descubrí hasta un poco más tarde, porque, aunque siempre me habían gustado las cosas que tenían que ver con el aspecto artístico, también me gustaba mucho el deporte, así que hubo una época en la que pensé seriamente ser atleta.

Yo creo que sí, ya que, en el caso de esta profesión, no había mucho donde escoger. Ahora hay más escuelas que enseñan esta profesión, pero antes no había casi nada. De todas formas, sigo pensando que Screaming ha sido la mejor escuela en España de efectos especiales de maquillaje.

No cambiaría nada. Cuando fui a la escuela Screaming, me puse a trabajar enseguida, ya que les empecé a ayudar en los trabajos que tenían en el taller. Creo que cuando más se aprende es trabajando.

La variedad, es decir, o tienes mucho trabajo o no tienes nada, o te salen todos de golpe y tienes que escoger o de repente no tienes trabajo. No hay una constancia, por lo cual es muy difícil organizarte.
También destacaría que este trabajo es poco monótono, ya que cada efecto que te piden es distinto del otro, y para diferentes películas, así que cada vez es un nuevo reto y eso lo hace más divertido e interesante.

Creo en el esfuerzo, durante todos estos años nos hemos esforzado muchísimo para hacer las cosas lo mejor posible, sin pensar en los beneficios, sino en el producto que entregábamos. Eso no dice mucho de un empresario, pero creo que es lo que hay que hacer al principio. Luego hay que seguir entre llevar la empresa y ser un artesano, ¡todo un arte!

La verdad es que sí, porque considero que, aunque ya te dediques profesionalmente a aquello para lo que has estudiado, siempre hay algo que aprender, así que en este sentido siempre estás estudiando, para mejorar en tu profesión; aunque también está bien estudiar cosas nuevas que no tengan nada que ver con lo que has hecho. Todo es enriquecedor.

Como en casi todos los trabajos, hay días de todo, pero la mayoría son estresantes, porque tienes bajo tu responsabilidad el peso de una empresa.
Además, en el mundo del cine, no siempre tienes el tiempo que pides para realizar un trabajo y, como nuestro trabajo es artístico, es muy difícil calcular las horas que te puede llevar, con lo cual acabas haciendo muchísimas horas. Si te quieres dedicar a algo que te gusta, y más si es artístico, no puedes pensar en un horario fijo o en una rutina.