La estudiante de Bellas Artes

¿Los estudios que estás haciendo son lo que te esperabas?
Esta carrera me ha sorprendido por su gran abanico de disciplinas artísticas, desde las más tradicionales hasta las más innovadoras. Incluso, dentro de cada disciplina, los profesores saben dirigirte según tus intereses y, gracias a los talleres organizados con frecuencia, se sacia la curiosidad de muchos estudiantes.

¿Qué aspectos consideras positivos de estos estudios?
En cuanto a los aspectos positivos de la carrera, insistiría en la amplia gama de posibilidades que ofrece, la gran cantidad de actividades diversificadas que eliminan por completo el concepto de rutina en la vida cotidiana del alumno. Y también destacaría la libertad que se nos concede.

¿Y negativos?
En cuanto a los aspectos negativos, paradójicamente, volvería a mencionar la libertad que tenemos los alumnos; es decir, que, si no mostramos iniciativa, es muy fácil que perdamos oportunidades. La carrera de Bellas Artes está diseñada para alumnos curiosos, independientes y dispuestos a superar retos. En cambio, los alumnos disciplinados que sólo esperan cumplir con las actividades obligatorias, cuando acaben la carrera, tendrán una formación correcta pero con carencias.

Una pregunta indiscreta...

Siendo de Montreal, ¿cómo acabaste en Castilla-La Mancha?
A los 18 años participé en un campo de trabajo voluntario internacional que tuvo lugar en un pueblo de Cuenca. Para mí, era una forma de viajar asequible y más allá del turismo superficial, una manera de profundizar mi conocimiento de la cultura española. A raíz de este viaje, conservé buenas amistades y decidí volver al año siguiente para iniciar los estudios de Bellas Artes en la facultad de Cuenca. Me matriculé pensando que mi estancia en España sería temporal, pero ¡todavía sigo aquí!