Albert Illera

¿Puedes explicarnos en qué consiste tu proyecto? Actualmente en la Fórmula 1 las escuderías utilizan una serie de conductos de aire muy complejos que permiten ‘desactivar' el alerón trasero a altas velocidades, reduciendo la resistencia aerodinámica. Para la nueva temporada estos conductos se prohibirán por varios motivos, de manera que ideé un sistema que produjera el mismo efecto únicamente modificando la forma del alerón, utilizando las propiedades del aire. ¿Cómo se te ocurrió? Observando cómo trabajaba uno de estos sistemas que he comentado antes, me di cuenta de que quizás podría hacerse de otro modo. Inicialmente no sabía si era posible, pero haciendo números llegué a la conclusión de que no era una mala idea, parecía factible.

¿Cómo te metiste en este concurso?
Conocía el concurso porque otro ingeniero español, Isaac Prada, lo ganó en 2005 y me llegó por los medios. Entonces me propuse inscribirme cuando pudiera, si tenía una buena idea. Cada año se abre un plazo de inscripciones al concurso internacional, organizado por Altran en colaboración con Renault F1 Team, que va de marzo a mayo aproximadamente, pero tienes que ser estudiante de último año, como mínimo, para poder participar.

Antes de que te confirmasen tu victoria ¿qué estabas haciendo?
Durante los meses anteriores a la final estaba acabando la carrera, me quedaba una asignatura y el proyecto de final de carrera. Los planes eran ir al extranjero para empezar el doctorado en alguna universidad, si obtenía una buena beca de estudio. En el caso contrario, ponerme a trabajar en alguna industria puntera del sector aeronáutico o espacial.

El conflicto que tengo ahora es que lo más probable es que mi primer empleo me alejará de la aerodinámica, que es el campo en el que me quería especializar para entrar en la F1. Ahora me especializaré dentro de Renault F1.

¿Qué supone ganar la beca Altran Engineering Academy 2010? Supone entrar en la F1 siendo extremadamente joven, algo que para el currículum es espectacular y, al mismo tiempo, personalmente supone lograr el que era uno de los objetivos de mi vida, convertirme en ingeniero de Fórmula 1.

Albert Illeria

Por lo que respecta a la Ingeniería Aeronáutica, especialidad en Aeronaves ¿Qué te ha parecido la carrera?
Hay que reconocer que la carrera es dura, pero a base de esfuerzo se logran los objetivos. Inicialmente es un poco frustrante porque las asignaturas son muy genéricas (cálculo, química, dibujo, programación, materiales…) pero posteriormente, una vez alcanzas la base que te permite entender los conceptos ingenieriles, aparecen las asignaturas relacionadas directamente con la aeronáutica y el espacio. Es entonces cuando la carrera se vuelve apasionante. Si alguien quiere un reto, quiere aprender y obtener conocimientos interesantes, la Ingeniería Aeronáutica es una buena elección.

¿Te consideras un bicho raro?
Pues no. A la gente le resulta muy fácil catalogar a las personas que obtienen éxitos académicos como bichos raros, pero mis amigos saben perfectamente que no es así. La gracia de estudiar no es hacerlo porque sí, estudiar es interesante si tienes una vida social que te permita desconectar y si sabes que lo que estudias te puede llevar a tener un futuro más apasionante y real. En mi carrera eso se puede ver muy fácilmente porque los estudiantes se indignan si tienen que estudiar algo que saben o sospechan que es inútil, nos gusta aprender porque lo consideramos útil y entretenido, aunque en épocas de exámenes a veces es difícil soportar el nivel.

Todavía es pronto para hablar de éxito profesional, pero ya tienes mucho avanzado... ¿Qué crees que ha influido más en tu éxito, la suerte o el esfuerzo?
No creo que haya que diferenciar entre la suerte y el esfuerzo, simplemente porque es difícil tener suerte si no te esfuerzas y es más fácil esforzarse si tienes suerte, está muy relacionado. En realidad todo es cuestión de ser positivo y dar lo mejor de uno mismo; entonces la suerte tarde o temprano aparece en mayor o menor medida. Obviamente yo he tenido suerte para llegar hasta este punto, simplemente porque, por ejemplo, si no hubieran apostado Altran y Renault por un concurso así, no lo hubiera logrado. Lo que no se puede hacer es ver una oportunidad para tener suerte y no aprovecharla al máximo.